Una vez lavado el auto, vamos a notar al pasar la mano por la superficie de la pintura, que la textura es rugosa o áspera; esto resulta aún más notorio en el caso en que haya pasado mucho tiempo sin tratar la pintura o nunca se le haya hecho ningún proceso de mejora. Estas rugosidades casi invisibles al ojo humano, en la mayoría de los casos,  es una de los principales barreras que impiden que la luz refleje bien el color de la pintura. Entonces, esas asperezas que notamos al tacto, hacen que la pintura se vea sin brillo profundo.

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El proceso de descontaminación o eliminación de impurezas, se realiza mediante una barra de arcilla conocida como Clay Bar o con las nuevas tecnologías como lo son las toallas y nanopads de descontaminado, por lo tanto, es un proceso muy seguro para la pintura y que podemos realizar tantas veces como queramos, ya que no trabaja eliminando capas de laca, sino que por el contrario, retira todo lo que se encuentra sobre ella, sin alterarla.

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La clay bar es recomendada y segura para pasar sobre plásticos, vidrios, gomas o faros (de vidrio o de policarbonato), ya que no mancha ni deja ningún tipo de residuos. Cabe destacar que el proceso de descontaminado sí puede generar daño si no se realiza correctamente, además es muy recomendable aplicar un pulido posterior y proteger con una cera en base natural o sintética.

Un pulido o sellado sin un buen descontaminado puede generar incluso más daño, ya que muchas ceras contienen agentes limpiadores que quitan, pero a la vez arrastran los contaminantes rayando aún mas las superficies.